lunes, 16 de septiembre de 2013

Café con leche en caña’s glass y pincho de potatoes omellet? Esto sí es madrileño


Mucho ha dado que hablar el discurso pronunciado por la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, en la presentación ante el COI de las bondades de la capital de España. Causó mucha risa, parece ser, entre los periodistas extranjeros en esa sala habilitada para tal presentación en Buenos Aires, y parece que también avergonzó algo a muchos españoles. Sabemos que nos es fácil hablar en otro idioma, y menos en público cuando no tienes costumbre. Éste no fue el caso del presidente de la Comunidad de Madrid, del príncipe Felipe o Pau Gassol.

Pero volviendo a la alcaldesa más famosa de España por su “relaxing cup of café con leche”, me gustaría, a pesar de todo hacer una lectura positiva de su sobreactuación ante el COI. La verdad es que no sé cómo lo habría hecho yo, y hemos de pensar siempre en cómo lo podríamos haber hecho nosotros. Sobre todo si tenemos en cuenta la presión que conlleva de por sí un acto de este tipo. Pero también debemos pensar que son los políticos, o al menos de los grandes ciudades –tampoco está de más en las pequeñas o en cualquier pueblo de nuestro país_ los que deberían de estar preparados para cualquier circunstancia y sacar mejores notas a la hora de hablar un idioma que no sea materno. Si otros españoles lo han conseguido, no entiendo por qué un político de este nivel no se ha tomado gran interés en aprender otra lengua; cuestión que debería de haber empezado hace tiempo, tomando el ejemplo de su famoso marido el ex presidente Aznar.

Los españoles, en muchos casos, aunque se está mejorando, tenemos grandes dificultades en hablar otro idioma. El desinterés o el pensamiento de que el español ya lo hablan muchos millones de personas hace desistir a algunos en este proceso. Queremos que todos los centros de enseñanza sean bilingües para poder movernos más allá de nuestras fronteras y que nuestros hijos lo hagan mejor que nosotros. Saber otro idioma, o al menos chapurrearlo ayuda mucho, créanme. Te abre muchas puertas; no por cuestiones laborales sólo, sino por una cuestión de entendimiento y apertura mental.

Si nos centramos más en el discurso de la alcaldesa, pronunciado de manera impecable para unos, y de manera macarrónica y exagerada para otros, podremos llegar hasta el meollo de todo. Ana Botella pronunció un discurso escrito por otro, un tal Terrence Burns, que dedicado siempre a estas lides olímpicas, se ha llevado sus buenos machacantes por un texto que roza la cursilería y que utiliza ciertos tópicos sobre España y sobre Madrid.

Burns dice que el culpable del discurso es él y sólo él, y que a él le pareció “adorable” la presentación de la alcaldesa. No podemos negar el esfuerzo realizado por los miembros que han trabajado por la consecución de Madrid 2020, aunque a la vista del resultado, podemos decir que ha significado una apuesta demasiado cara para todos los españoles: para los que los querían Madrid 2020 y para los que pensaban que en España hacen falta otro tipo de inversiones, o mejor, otro tipo de pensamiento que no nos conduzca a la eliminación de todo lo público.

Pero continúo con Terrence Burns, que en una entrevista publicada en ‘Vanity Fair’ indica cosas como: “dejen de buscar un culpable y sigan avanzando”; “Estuvimos excepcionales y ella estuvo excelente”; o “La expresión relaxing cup of café con leche fue idea mía”; “Los discursos y las presentaciones se diseñan y escriben para una audiencia específica”. Y, precisamente, en esto estoy completamente de acuerdo; ¿Pensó Terence que una audiencia como la del COI tiene vibraría con ese “relaxig cup of café con leche”? Pues ya ver que no. Burns. Usted es el autor de una frase que permanecerá durante algún tiempo en la mente de todos. Bravo por usted que ha acuñado una frase genial en spanglish y que seguro será motivo de camisetas, que servirá para nombre de peñas de amigos, o incluso de algún grupo musical. Esto es lo genial. Que del ridículo, los españoles sacamos gran rédito. Durante el discurso de la alcaldesa, ardían las redes sociales y eran un mar de ingenio español elevado a la enésima potencia.

Lo peor, creo, y seguro que hay otras opiniones, es la ‘pasta’ que se ha llevado Terrence a su país por escribir este texto que tampoco creo que se ajuste a la realidad de un madrileño nacido o adoptado, o de algún turista que despistado siempre hace lo que la guía de viajes le indica en cada momento. “Terrence, hijo, en Madrid se toma café con leche en caña’s glass y pincho de potatoes tortilla. Y eso, sí que lo sabe un madrileño”, digo.
En fin, amigos del vaso de café con leche en vaso de caña, creo que deberíamos de montar una plataforma ciudadana por esta forma de entender la hora del café. ¿Un café en vaso de caña? Os espero. Os apunto un par de etiquetas para Twitter: #Tortilladepatatas #caféconlechenvasodecaña. 


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