lunes, 23 de diciembre de 2013

Lloviendo piedras


Muchos e interesantes pensamientos en forma de frases nos ha dejado el presidente del Gobierno en esa ya estudiada entrevista, concedida a seis periódicos nacionales. Seis privilegiados periodistas han tenido la oportunidad de ver de cerca al líder de los populares, a este presidente de ‘plasma’ que ha tenido la gentileza de acercarse al pueblo, ese que le ha votado a través de seis plumillas elegidos. Y lo que cuenta Rajoy no tiene desperdicio, tan poco desperdicio que podríamos hacer una serie de artículos explicativos por cada uno de los puntos por los que se le pide una visión, su visión, la idea de este gobierno sobre los asuntos que más preocupan a los españoles.

Rajoy, gallego y optimista, se caracteriza por responder con preguntas y por negar lo evidente. Dice que: “Yo no creo que después de la crisis y cuando la recuperación empiece a consolidarse de una manera clara vayamos a una España o a una Europa más desigual. Creo que hay que hacer un esfuerzo en algo que es decisivo para evitar esa desigualdad, que es la educación”.

En esta entrevista concedida al diario El País y que nosotros hemos leído con fruición por si nos daba algún atisbo de esperanza, no hemos podido sacar grandes conclusiones nada más que a pesar de pensar que la educación es la única que logra igualar las desigualdades, este Gobierno piensa más en la enseñanza privada o concertada que en lo público, con esas subvenciones que son un canto a la desigualdad. El que no tenga dinero, que se aguante. Pero ya lo hemos dicho aquí por activa y por pasiva, con metáforas y claramente…

Cuando un gobierno utiliza la palabra ‘externalizar’ para no utilizar ‘privatizar’, está haciendo un claro ejercicio de búsqueda de nueva terminología que les ayude a camuflar o maquillar la verdad verdadera.
“La educación acaba convirtiéndose en igualdad de oportunidades”, continúa diciendo. Y hasta ahí estamos de acuerdo. Hemos hablado tanto de la educación y de la sanidad, de la Ley de Dependencia, de los servicios públicos, que ya casi a punto de que finalice este 2013 no tenemos ni fuerzas para seguir aporreando el teclado para seguir escribiendo sobre cierres, recortes o privatizaciones.

Pero después, y seguimos leyendo, nuestro Mariano dice: “Y después, para aquellas personas a las que les vaya mal o que tengan más dificultades en la vida, siempre habrá unos servicios públicos que les atenderán. Esos servicios públicos son los pilares del Estado del bienestar y creo que debemos preservarlo porque solo en Europa hay un Estado del bienestar como el que tenemos aquí”.

Otra vez de acuerdo con este párrafo tan bien montado. Casi nos lo creemos si no fuese porque desgraciadamente este Gobierno que usted dirige y que aquí tiene una especial capitana, que cumple a rajatabla sus órdenes, ha incumplido todos y cada uno de los puntos de su programa. ¿Puede incumplirse un programa electoral y que no ocurra nada? ¿Es posible que el ciudadano no pueda salir a la calle a manifestarse porque lo van a prohibir con esa ley denominada Mordaza, después de que tanto criticaran a esa famosa Ley de patada en la puerta de un gobierno socialista? ¿Es posible aprobar una Ley del Aborto que traslada a la mujer a la época en que las más pudientes iban a Londres un fin de semana a ídem? Sabemos que no puede desmenuzarse en un texto de pocas líneas toda una política de privatización, búsqueda del bien para los míos, que no para todos, y la persecución de aquellos cuya ideología no sea la misma que la mía.

Lo peor de todo es que aún hay dirigentes europeos que dan palmadas en la espalda de este Gobierno animándoles a seguir por la senda del recorte, es decir, por la senda del desempleo, es decir por la senda de la pobreza, es decir por la senda de la desaparición de la clase media, que en este país había logrado conservarse y mantenerse en un justo medio. Ahora ni justos, ni medios. Los pudientes lo son porque tienen posibles, porque pueden permitirse vivir mejor que bien; los más pobres, Mariano, casi somos todos, el resto. Tenemos más gente pasando calamidades, casi como en los de la posguerra. Y para rizar el rizo se nos mueren ‘presuntamente’ por comer alimentos caducados. Ya lo dijo uno de sus ministros más simpáticos de su Gobierno que él comía yoghourts caducados sin problema y que se duchaba con agua fría. Ya dijo otro de sus ministros que sólo tiraba la toalla cuando salía de la ducha. De duchas hablamos, y pensar en ambas imágenes tirando la toalla para ponerse el pijama ya es una imagen que no roza precisamente el sueño de nadie cuerdo.

No queremos terminar este artículo donde hablamos un poco de todo y de nada, recordándole a nuestro presidente que ante una pregunta de un periodista, respondió como buen gallego que parecía que iba a llover. Y tanto que va a llover… Solo que diría como buenos cinéfilos que somos que imitando el título de una película de Ken Loach, que en 2014 seguirán ‘Lloviendo piedras’.

A nuestros lectores y amigos les deseamos buenos momentos en 2014, alegría para todos, paz y algo o mucho de solidaridad, esa que algunos quieren privatizar. 

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